Asegúrate de preguntar por el aparcamiento al aire libre, ya que es amplio y práctico para dejar el coche.

La habitación estaba llena de humedad y con un olor repugnante. Además, me encontré con una araña del tamaño de mi mano, algo que no esperaría en ningún hotel. Serenity esperaba recibir un regalo de bienvenida, pero obvio, no sucede eso con gente como yo. No entiendo por qué esto es aceptable.

Una noche de confort inesperado

La habitación era muy amplia y cómoda, perfecto para relajarse. Además, el baño impecable y con mucho espacio nos hizo sentir como en casa. El personal siempre atento y amable, incluso cuando llegamos tarde.

Sin embargo, tuvimos un pequeño inconveniente al hacer el check-in y la ropa de cama era demasiado cálida para la noche. fue un poco molesto que no funcionara bien el termostato.

Una estancia encantadora y tranquila

El hotel ofrece un ambiente familiar y acogedor, perfecto para relajarse. Disfrutamos del desayuno que cumplió nuestras expectativas, aunque podría haber un poco más de variedad. Las vistas desde nuestra habitación eran impresionantes, ideal para comenzar el día. Consejo, reserva directamente para obtener las mejores tarifas.

Tuvimos una experiencia genial en este hotel con amigos. Las habitaciones estaban limpias y confortables. Nos encantó el desayuno variado y sabroso. Fuimos a explorar cerca de la frontera y cenamos en un restaurante delicioso. El parque cercano es perfecto para pasear y disfrutar de la naturaleza. ¡Totalmente recomendable!

Sin embargo, la ducha tenía poca presión y eso fue algo incómodo durante nuestra estancia.

La habitación tenía un agradable balcón con vistas, pero la ropa de cama era incómoda.

Qué descubrimiento el Du Pont en Ascain! Degustamos unos filetes que estaban de rechupete y, para los queseros como yo, el queso toscano fue pura magia. La habitación daba al jardín y el ambiente era increíble para relajarse. Además, Emma nos hizo sentir como en casa y su ayuda fue excepcional.

Un pequeño detalle, al limpiar las habitaciones, a veces se olvidaban de los baños. Aunque, la verdad, todo lo demás era tan agradable que esto fue un mero ‘pero’ en nuestra experiencia.

La verdad es que tuvimos una estancia agradable, especialmente por el desayuno buffet que era bastante completo. El personal siempre estuvo dispuesto a ayudar, incluso nos enviaron instrucciones por WhatsApp para el check-in, lo cual fue muy práctico. Lo que más disfrutamos fue la relación calidad-precio del hotel, además de la limpieza de la habitación, que estaba impecable.

La habitación perfecta, amplia y limpia. Tenía un balcón con vistas preciosas al jardín y al río. La atención fue excepcional, Emma nos hizo sentir muy bienvenidos y nos ayudó con varias dudas. El desayuno era pequeño pero de buena calidad, había variedad y todo muy agradable. Sin embargo, al limpiar las habitaciones, el baño no se tocaba, solo cambiaban las toallas. hubo un olor fuerte a humedad en el baño que resultaba incómodo. Las sábanas tenían una sensación de estar un poco mojadas. En general, me encantó la estancia, pero esos detalles necesitan atención.

La habitación era perfecta y amplia, con vistas al río y un ambiente encantador. La ubicación a un paseíto del centro es un plus, y el personal siempre atento. Un lugar ideal para unos días en el campo vasco.

Atención! El secador de pelo parece una reliquia de la Edad Media!

La habitación era cómoda, con un balcón que daba al jardín. El desayuno, aunque variado y de buena calidad, podría ser más abundante. La chica de recepción fue muy amable, pero el baño no se limpiaba adecuadamente durante nuestra estancia.

Ay, la joya de queso toscano! No te lo puedes perder, es de otro mundo. disfrutamos del jardín, ideal para esos picnics improvisados. La relación calidad-precio es bastante aceptable, y el aparcamiento gratis siempre viene bien.

Las áreas comunes estaban un poco descuidadas, ¡y ni un lugar afuera para disfrutar! Parecía que solo nos quería allí para dormir. Y el desayuno, aunque rico, un poco caro por lo que ofrecía.

Un hotelito agradable en el campo vasco, limpio y cómodo, con un jardín encantador y vistas al río. La ubicación es perfecta para pasear. ¡Y el aparcamiento gratuito siempre es un acierto!

El cuarto parecía que tenía más tráfico que la autopista, ¡vaya ruido a primera hora!